Los salarios más altos allanan el camino hacia un sistema de educación de la primera infancia mas fuerte.

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Nací en un pequeño pueblo llamado La Mesa Jalisco en una familia de 9 niños. Mi padre se alejó de nosotros, así que mi madre nos crió a los nueve teniendo una educación de segundo grado y un solo ingreso. Dado que mi madre no pudo llegar muy lejos en su viaje educativo, era muy importante para ella que mis hermanos y yo tuviéramos éxito académico. Si mi madre hubiera tenido acceso a los programas de cuidado infantil de calidad que tenemos hoy, no habría tenido que preocuparse tanto por nuestra educación y seguridad mientras trabajaba, y todos nos hubiéramos beneficiado de un mejor desarrollo emocional.

Como profesional de educación temprana, entiendo las necesidades de desarrollo de los niños pequeños. Soy cocinera en un centro de educación temprana y trabajo en estrecha colaboración con niños pequeños. La buena nutrición es una parte fundamental de su desarrollo, y ha sido un placer proporcionar alimentos y también educar a los niños pequeños sobre la alimentación y la nutrición. No siempre me he sentido valorada en el trabajo que hago, porque mi salario no refleja mi arduo trabajo y experiencia. Trabajo duro para asegurarme de que los niños de mi centro no pasen hambre, ya que algunos de ellos llegan a la guardería y comen su primera comida del día conmigo. Es por eso que el trabajo que hago es tan importante para mí y por eso lucho para asegurarme de que el sistema de educación temprana apoye al personal que lo hace posible.

Soy madre orgullosa de una hija que asistió a un programa de Head Start cuando era joven. Mi esposa y yo pudimos trabajar mientras nuestra hija estaba en Head Start, y ambas estábamos encantadas de que ella pudiera estar en un lugar seguro durante nuestros días de trabajo, donde también recibió una educación de calidad. El programa Head Start también nos conectó con otros programas y servicios a los que ni siquiera sabíamos que podíamos acceder, como el cuidado dental de nuestra hija. También me enorgullece decir que mi hija más tarde se graduó de la universidad y sé que su educación temprana jugó un papel muy importante en su éxito académico.

Cuando los educadores de la primera infancia y el personal como yo ganemos salarios más altos, podremos construir un mejor sistema de educación de la primera infancia para todos nosotros. Los programas que tenemos hoy son recursos educativos increíbles y soy muy afortunada de que mi propia hija haya podido acceder a uno. Pero también sé por mi experiencia profesional que todavía hay espacio para crecer. Cuando podamos ganar salarios más altos y acceder a una escala salarial y profesional que allane el camino para el avance profesional, podremos hacer de la profesión de la educación temprana una carrera más estable y sostenible. Eso conducirá a tasas más bajas de rotación de maestros, lo que garantizará que los niños que todos amamos enseñar y criar tengan los mejores resultados posibles en sus viajes educativos.

Cuando miro hacia atrás en mi vida y experiencias, estoy muy orgullosa de mi resiliencia y de las dificultades que he superado. Son testimonio vivo de que la victoria se puede lograr luchando. Muchas de mis victorias se las debo a las incansables mujeres que dieron forma a mi vida, incluidas mi madre, mi esposa, mi hija y muchas otras. Hay tantas mujeres y padres que se enfrentan a un sinfín de obstáculos en su vida cotidiana, pero con un sistema de cuidado infantil de calidad, podemos minimizar muchos de esos desafíos.

Espero continuar luchando por lo que merecemos como educadoras, para que podamos continuar trabajando con padres e hijos para hacer de Nuevo México un lugar mejor para todos nosotros.

-Felicitas Torres

Felicitas es miembro de OLÉ que ha estado luchando para mejorar nuestro sistema de educación temprana.

Higher wages pave the path to a strong early childhood education system

I was born in a small town called La Mesa Jalisco to a family of 9 kids. My father walked away from us, so my mother raised all nine of us with a second grade education and a single income. Since my mom wasn’t able to get far in her educational journey, it was really important to her that my siblings and I succeeded academically. If my mother had access to the quality childcare programs we have today, she wouldn’t have had to worry as much about our education and safety while she was working, and we all would’ve benefitted from better emotional development.

As an early education professional, I understand the developmental needs of young children. I am a cook at an early education center, and work closely with young kids. Good nutrition is a critical part of their development, and it’s been a joy to provide food and also educate young kids about food and nutrition. I have not always felt valued in the work that I do, because my wages don’t reflect my hard work and expertise. I work hard to ensure that the children at my center don’t go hungry, as some of them arrive at daycare and eat their first meal of the day with me. This is why the work I do matters so much to me, and why I’m fighting to make sure the early education system supports the staff that makes it possible.

I am a proud parent of a daughter who attended a Head Start program when she was young. My wife and I were able to work while our daughter was in Head Start, and we were both overjoyed that she could be somewhere safe during our work days, where she also got quality education. The Head Start program also linked us to other programs and services that we didn’t even know we could access, like dental care for our daughter. I am also proud to say that my daughter later became a university graduate, and I know her early education played a huge role in her academic success.

When early educators and staff like me earn higher wages, we can build a better early education system for all of us. The programs that we have today are incredible educational resources and I’m so fortunate that my own daughter was able to access one. But I also know from my professional experience that there’s still room for growth. When we can earn higher wages, and access a wage and career ladder that paves the way for career advancement, we can make the early education profession a more stable and sustainable career. That will lead to lower teacher turnover rates which will ensure the children we all love to teach and nurture have the best possible outcomes in their educational journeys.

When I look back on my life and experiences, I’m extremely proud of my resilience and of the hardships I’ve overcome. They are living testimony that victory can be achieved by fighting. I owe many of my victories to the tireless women who shaped my life, including my mother, my wife, my daughter, and many others. There are so many women and parents who face endless obstacles in their day to day life, but with a quality childcare system, we can minimize many of those challenges.

I look forward to continuing to fight for what we deserve as educators, so we can continue to work with parents and children to make New Mexico a better place for all of us.

-Felicitas Torres

Felicitas is a member of OLÉ who has been fighting to improve our early education system.